Las maletas viajeras llegan por fin con
muchas curiosidades sobre nuestra ciudad.
En este mes de octubre se han seleccionado
las siguientes:
Seguro
que habéis ido muchas veces a La Fuente del Lobo. ¿Pero sabéis por qué se la
conoce con ese nombre?
Nuestra compañera de 6º, Carmen Blanco, en su relato nos habla de esta fuente, situada en un paraje muy cercano a nuestra localidad y bien conocido por todos.
Ella nos desvela el secreto:
Cuenta
la leyenda que un carbonero paraba todos los días a beber agua de una fuente
cristalina. Un día, mientras bebía, apareció un precioso lobo, y la escena se
repitió durante semanas. Así fue como poco a poco los bejaranos comenzaron a
llamar a esa fuente: “La fuente del Lobo”.Nuestra compañera de 6º, Carmen Blanco, en su relato nos habla de esta fuente, situada en un paraje muy cercano a nuestra localidad y bien conocido por todos.
Ella nos desvela el secreto:
En
2º, Iván y su familia nos descubren el Palacio
Ducal de los Zúñiga. Nos hablan de su historia y la
utilización actual del mismo, convertido
en Instituto de Educación Secundaria con el nombre de “Ramón Olleros Gregorio”.
¿Habéis oído hablar de un árbol muy antiguo y enorme que hay cerca de Béjar?
La familia Santamaría García de 1º nos describe la visita al cedro Centenario por dos rutas diferentes. La de ida por Santana y la de regreso por las vías del tren. Lo que más le impresionó a Lucía fue ver un árbol con un tronco tan gordo.
Si no lo conocéis, no dejéis de hacer una excursión para verlo. ¡Os sorprenderá!
Lucía de 5º, nos cuenta un montón de curiosidades sobre el tren, puesto que se cumplen 120 años de la llegada de la primera locomotora a Béjar, con todo lo que eso supuso para la ciudad.
Lucía de 5º, nos cuenta un montón de curiosidades sobre el tren, puesto que se cumplen 120 años de la llegada de la primera locomotora a Béjar, con todo lo que eso supuso para la ciudad.
Pero lo mejor es su experiencia en el túnel que tuvieron que construir entonces y que se tardó nada más y nada menos que dos años en terminar.
En 4º, Carlos García Guijo nos
habla de las gentes de Béjar y su carácter trabajador (como las abejas de su escudo). Nos recuerda que los niños de hoy serán los responsables
del futuro de la ciudad, al que hay que mirar con optimismo.
Dos compañeras de
3º nos cuentan la relación de sus familias con el pasado de Béjar.
Ana Ballesteros
nos descubre sus orígenes. Resulta que el tatarabuelo de su abuela (y no es un
trabalenguas) fue un importante industrial textil de Béjar. Jerónimo Abdón
Gómez-Rodulfo nació en una cueva de la Sierra de Béjar. Su familia se refugió
en este paraje, junto a otros bejaranos huyendo de los franceses que habían
declarado la guerra a España. Su madre se puso de parto y en este lugar se
produjo el nacimiento. Todos los descendientes acuden a la cueva una vez al año
para recordar ese momento. Ana no iba a ser menos y a sus tres añitos realizó
la visita. El resto del relato continúa con otras muchas cosas que su querida
abuela le contó.
Estela Batuecas
de una forma sencilla nos cuenta la vinculación de su familia a la industria
textil, no en vano su abuela nació y se crió en el entorno de una fábrica. Su abuelo
además de trabajar en la revoltura, también trabajó de flecha en el Auxilio Social.
¿Que no sabes qué es esto? Pues sigue leyendo.
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