Los alumnos de
6º han trabajado un fragmento del poema ROMANCE SONÁMBULO de Federico García
Lorca.
Después de investigar sobre el autor y el poema, han analizado
su estructura, los recursos poéticos y literarios, para terminar creando una
pequeña historia a partir de su contenido.
Este es el
fragmento del poema:
Y estas son algunas de las historias que
han imaginado los alumnos:
Un día una niña estaba en la cama y de repente se levantó a mirar el mar.
Sobre él, había un barco. Al oeste de su casa, una montaña y un caballo. Y en el horizonte, una bonita luna gitana. Ella soñaba en su baranda, con la sombra en la cintura. Las ramas se reflejaban en el mar y parecían verdes. Todas las cosas la estaban mirando y ella no podía mirarlas, porque sus "ventanas" se le cerraban constantemente y se fue de nuevo a la cama. NEREA |
Érase una vez una niña a la que
le faltaba un sentido muy importante, el de la vista. A ella le encantaba el
color verde y cuando se asomaba a la ventana, siempre lo imaginaba todo de
ese color. Le hacía ilusión y pensaba en las verdes ramas y en el viento
verde.
Su madre le decía: “Aunque tú no
puedes mirarlas, pero ellas te miran a ti”.
Siempre pensaba en su luna gitana
y se olvidaba de las penas que la rodeaban. HAIZEA
|
Érase una vez una mujer que vivía
en Sevilla con su familia gitana. Un día salió de su barrio para ir a comprar
fruta. Mientras iba de camino, vio a un caballero guapo y honesto y se
enamoró de él.
Desde ese momento, ella, todas las
noches, se asomaba al balcón a ver si lo veía de nuevo.
Un domingo salió a la calle y por
ser fiesta, se tiñó el pelo de verde. Se volvió a topar con aquel hombre,
pero esta vez fue diferente. Él le dijo: “¡Qué bien te queda el color de
pelo, es mi color favorito”.
Así pues, quedaron para ir a
cenar y los dos se enamoraron.
Más adelante se casaron y por la
noche, bajó la luna a su barrio gitano.
MIGUEL
|
Había una chica llamada Marta.
Estaba inválida y además ciega. Todas las noches de verano, salía al balcón
de su casa. Le gustaba pensar en las cosas que había fuera, aunque ella no
podía verlas.
Su familia le decía cómo era lo
que estaba en el exterior, pero ella se las imaginaba a su manera. Se lo
figuraba todo verde.
También le gustaba el sonido del
mar y los caballos le fascinaban. Por eso imaginaba el barco en el mar y el
caballo en la montaña.
Tenía un recuerdo de la luna de
cuando era pequeña y todavía no era ciega. Recordaba que su abuelo le leía un
cuento que terminaba con la luna gitana.
Pese a sus dificultades, era muy
feliz y estaba orgullosa de los recuerdos que tenía.
MARÍA M. CALVO
|
Marbella mira por la ventana,
transparente y medio azul. Está observando la noche oscura.
La luna es un queso plateado que
la mira y los árboles, verdes, son como brócolis desde su ventana.
A veces piensa que puede viajar a
la Luna para ver el mundo verde. A ella le encantaría disfrutar del paisaje
que le inunda los ojos de lágrimas saladas cuando lo mira.
En ese momento expresó en voz
alta:
-Deseo ver el mundo como en mis
sueños.
En ese mismo instante, se le
apareció su visión. Después de contemplarla largo rato, se fue tranquila a
dormir.
PEDRO |
Era una noche fría de verdes
árboles y verde hierba. Una niña asomada a su ventana, miraba el paisaje. Al
fondo se veía una montaña. En ella, un caballo y un barco sobre la mar.
El caballo tranquilo estaba pastando.
El barco hizo sonar su sirena. El animal bajó de la montaña y se dirigió
hacia el sonido.
La niña los estaba contemplando
bajo la luna gitana.
CRISTIAN |
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