Durante los meses de marzo y parte de abril
se han seleccionado las siguientes aportaciones de las maletas viajeras.
Esta vez empezamos con algo muy
curioso que recoge Zoe García Martín de 1º.
Su familia nos explica el dicho
popular: “¡De Béjar y no conocer a Vítor! ¡Pero conozco a Zacarías que es de
más categoría!”
Vítor era un bejarano que nació en
1847 y murió en 1883 en Portugal. Se dedicaba a vender por las casas, pastillas
de jabón que llevaba en su burro, por eso era muy conocido en nuestra
localidad. Hay una escultura de este personaje en un pueblo llamado Aldeavieja
de Tormes.
Además, nos hablan del parque de Santa Ana, que debe su
nombre a una ermita que hay allí y cuya patrona se celebra el 26 de junio. Nos
anima a disfrutar en él de la naturaleza y con todas las actividades que se
pueden realizar.
En 2º, Ana Hernández Belloso y su
familia, nos muestran de una forma muy original "La Puerta de la
Traición”, su historia y la relación con los Hombres de Musgo.
Y se despide con una foto suya en
"La Fuente de la Mosca”.
De la mano de Minerva, alumna de 3º,
y su padre, conocemos un poquito más del proceso textil que aún se realiza en
Béjar: apartado y claseo de lanas.
Es un trabajo muy duro, llevado a
cabo casi en exclusiva por mujeres y de forma manual. Consiste en separar los
vellones de la lana de las ovejas una vez esquiladas. Seleccionar y preparar
para empezar el proceso de lavado de lana que es realizado en otros lugares.
Las fotografías corresponden al
lugar del trabajo del padre de Minerva y son muy ilustrativas.
En 4º, Aitana Montero nos habla
sobre el jardín renacentista “El Bosque”
y Pablo Muñoz sobre los duques de Béjar y su influencia en algunos edificios que hoy día perduran en nuestra ciudad.
Hugo García, alumno de 5º, nos
cuenta características de la iglesia de El Pilar situada en Monte Mario, en la
que tomó su primera comunión y de la zona cercana de “Los Pinos” por la que le
gusta pasear y hacer deporte.
Samuel, de 6º de
Ed. Primaria, nos habla en la maleta sobre La Ancianita, la plaza de toros del
Castañar. Según consta en los archivos, la plaza comenzó a construirse en el
año 1704, y aunque ha sufrido algunos cambios, en esencia sigue estando igual
que hace 300 años.
La plaza tiene un
aforo de 3500 personas y se la conoce como La Ancianita porque es la más
antigua de España.
